domingo, 28 de julio de 2013

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA ACTUAL REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DE CONGO



Congo. Finales del siglo XIX, época de los exploradores y del comienzo del colonialismo y de la explotación a ultranza del hombre blanco al continente africano. Stanley (el de “el doctor  Livingston, supongo ”) se encuentra construyendo, por encargo del rey Leopoldo II de Bélgica, un camino por el que tender una vía férrea que recorra todo el país, de este a oeste, por la cual exportar a Europa los minerales y demás recursos que de allí se extraigan.
 Y es que en 1880, la comunidad internacional (blanca) se había reunido y decidido cómo iban a repartirse el continente africano. Esta zona le toca a Francia, ésta a Inglaterra, ésta, inmensa, que ocupa el centro de África, a Leopoldo II, rey de Bélgica.... y eso es lo que fue la actual República Democrática del Congo  hasta 1908, no una colonia belga, sino un lugar al antojo del rey Leopoldo II.
A pesar de que por la presión internacional dejara de ser juguete exclusivo del rey y los belgas quisieran convertir al Congo en un ejemplo de colonia modelo, la explotación y la dominancia de los blancos  continuaron hasta 1960. De esta época queda el idioma francés como nexo de unión entre las distintas tribus, algunas infraestructuras, ya demasiado viejas, y un comportamiento social que llama extremadamente la atención, el trato rozando lo denigrante con el que las capas altas tratan a las bajas.
Las primeras elecciones democráticas las ganó Patrik Lumumba, pero su mandato no duraría mucho. Básicamente lo que ocurrió es que los belgas (que gozaban del apoyo de Estados Unidos) no dejaron por completo de participar en el poder, por ejemplo, controlando el mando del ejército. Lumumba intentó deshacerse de este control, buscando en cierta medida el apoyo de los rusos y esto, en plena guerra fría, no sentó muy bien al Tío Sam, que organizó un complot para deponer al primer ministro. Un golpe de estado,acabó con Mobutu (militar amigo de Lumumba), comprado de por vida por las potencias capitalistas y Lumumba fusilado frente a un árbol en la noche más oscura.

Mobutu. El dictador gobernó durante más de 30 años el país con mano de hierro, 30 años que utilizó para enriquecerse vilmente (se llegó a decir que su fortuna alcanzó proporciones equivalentes a las del propio PIB del país) y que sirvieron también para que éste fuera perdiendo, poco a poco, por falta de gestión y de inversión, las pocas infraestructuras que fueron el escaso legado de los belgas. Mobutu erigió todo un sistema de culto a su persona y cada vez que alguna de sus medidas o la propia situación amenazaba con una revuelta popular, sabía cómo redirigir la atención y que la gente mirara hacia otro lado; ¿recordáis el combate Ali-Foreman, el famoso dancingin the jungle, el 30 de octubre de 1974?. ¿Y la visita del Santos de Pelé?… Mobutu sabía verdaderamente bien cómo desviar la atención del pueblo y simultáneamente alimentar su egolatría.
En el 94, en el pequeño país vecino al este del Congo, Rwanda, el grupo étnico de los hutus que se encontraba por entonces en el poder, se levantó en armas contra su tribu hermana, los tutsis, y procedió a su exterminio y al de los hutus moderados que los intentaron  proteger. Las escenas eran brutales, con cadáveres amontonándose en las iglesias, degollados por el uso de machetes como arma preferente para la matanza.Y ¿qué tiene esto que ver con la historia del Congo? Un ejército tutsi procedente de Uganda penetró en Rwanda y comenzó a desequilibrar la balanza en favor de los tutsis. Los hutus tuvieron que huir del país y se refugiaron en las montañas del este del Congo. Allá se encuentran  las minas de coltan, oro y estaño…es el inicio del conflicto .

Mobutu estaba por aquel entonces bastante debilitado. Tras el final de la guerra fría, el interés de Estados Unidos por mantener un aliado anticomunista en la región decrece y en 1996, un ejército liderado por Laurent Kabila y apoyado por los ejércitos tutsis de Uganda y Rwanda, penetra por el este del país y llega fácilmente hasta Kinshasa. Mobutu se exilia a Marruecos, el 16 de mayo de 1997,  y muere poco más tarde, en septiembre de ese mismo año,  aquejado de cáncer .
El apoyo de Rwanda y Uganda a Kabila no era para nada altruista y estos países reclaman para sí parte de los territorios del este del Congo. El conflicto estalla en el 98, con la invasión militar de los ejércitos rwandes y ugandés de las provincias del Kivu, que aprovechan la presencia de los exiliados hutus para justificar en parte su entrada. La lucha real es por hacerse con el control de las minas que se encuentran en esta zona. En 2001, cuando la única salida al conflicto es buscar un acuerdo entre las tres partes, algo a lo que Kabila se niega, un atentado cuyos autores siguen sin conocerse, le quita la vida el 18 de enero . Su hijo, Joseph Kabila, ocupa el poder y comienza un proceso de democratización de las instituciones que desemboca en las primeras elecciones libres del país tras la dictadura. Es él mismo, Joseph Kabila, quien se erige vencedor. En 2011 renovó su mandato en unas elecciones bastante menos transparentes y creíbles. 

El conflicto en el este del país prosigue y se ha convertido en uno de los más sangrientos. Más de cuatro millones de muertes, miles de personas desplazadas, violencia sexual …   Para el resto del país esta guerra es un lastre que impide avanzar en el camino al desarrollo. Además de las pérdidas puramente humanas, la situación impide que sea el propio estado el que explote los recursos de la zona. También las inversiones extranjeras son escasas debido a la inestabilidad que la guerra provoca.
Es en este contexto histórico en el que nos movemos y lo que puede ayudar a explicar algunas de las cosas que observamos: la extrema pobreza, los brutales contrastes (gente con mucho dinero, gente con muy muy poco dinero),lo anticuado de las estructuras públicas,  el tremendo respeto al hombre blanco, el servilismo de la gente sin poder (sin dinero) a la gente con poder, la extrema importancia de la familia como hilo conductor de la vida social, la jerarquía de mando asociada a la edad.
Y por ello resulta tal vez tan sorprendente descubrir que en este ambiente de falta de lo más básico, de carencia de lo imprescindible, la gente sea capaz de compartir contigo todo lo que tiene, que te abran las puertas de sus casas, te den de comer de su comida, que sean tan tan amables.
Sus ganas de crecer, de desarrollarse, de que su situación mejore están ahí. Intentemos ayudarles a que lo consigan.

Una entrada escrita por : Pablo Gómez miembro de Tracaf

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