lunes, 15 de abril de 2013

BANCARIZACIÓN Y DESARROLLO EN LA RDC

El gobierno de la República Democrática del Congo ha lanzado recientemente un plan para instaurar el pago bancario de las nóminas de los funcionarios y otros trabajadores del sector público. Además, la pasada semana emitió un comunicado invitando a las empresas privadas a seguir su camino realizando el pago de las nóminas de sus empleados mediante transferencia bancaria.
 
Esta medida, se encuadra dentro de los esfuerzos del ejecutivo para reducir la economía informal e incrementar los ingresos públicos. Sin embargo, es indudable que medidas de este tipo impulsan una mayor tasa de bancarización del país que puede a su vez potenciar el desarrollo económico logrando una mejora en el clima empresarial del país.

Mientras en los países desarrollados el sector financiero se está convirtiendo  en objeto de todo tipo de críticas por comportamientos y errores que no entraremos a analizar aquí, es necesario detenerse a analizar como un sector financiero desarrollado y accesible puede ayudar al desarrollo de un país. 

Aunque la relación causal entre el desarrollo del sector financiero y el crecimiento económico de un país siempre ha generado controversia entre los economistas, es indudable la relación entre ambas variables. En 1911 Schumpeter ya adelantaba que el desarrollo de servicios financieros en una economía estimulaba la innovación  tecnológica y el crecimiento económico.  Un informe publicado el año pasado por el Banco Mercantil de Venezuela muestra que el grado de correlación entre el Índice de Desarrollo Humano (indicador del desarrollo de un país de la ONU) medido entre 1970 y 2009 para Venezuela y su grado de bancarización (medido en número de sucursales) alcanza el 0,9255 (un valor de 1 indicaría una correlación perfecta). En otros países latinoamericanos como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú esta correlación también se ha mostrado elevada.

El acceso a este tipo de servicios por parte de las rentas más bajas de un país se muestra como un factor diferenciador clave entre las economías desarrolladas y en vías de desarrollo, aunque es probable que la causalidad en este factor sea inversa, es decir, a mayor desarrollo económico las entidades tendrán mayores incentivos para atraer clientes en los grupos de renta inferiores. Por lo tanto, hay dudas sobre el impacto de la accesibilidad a servicios financieros por parte de las rentas más bajas en el crecimiento económico.

Por otro lado, la estabilidad del sector bancario y su predictibilidad facilitan las iniciativas inversoras promoviendo consecuentemente el desarrollo económico. Por supuesto, para que esto se dé es necesario un país con unas instituciones estables y con capacidad de acción que puedan regular y supervisar la actuación de los agente privados. Esto último continúa siendo en gran medida el principal problema de muchos países que cuentan con estados fallidos incapaces de regular la actividad económica en sus países.

Por lo tanto, la medida de impulso al sector bancario por parte del gobierno de la RDC no solo mejoraría la capacidad redistributiva del Estado mediante el incremento de su capacidad fiscalizadora, esta iniciativa también podría servir para potenciar el crecimiento económico del país si el desarrollo del sector financiero es capaz de actuar como palanca para la mejora de las condiciones empresariales en el país. Para ello, como hemos comentado anteriormente, es necesario que se den las condiciones de estabilidad y capacidad de control público necesarias.

Una entrada escrita por: Antonio Bermúdez

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